Iniciamos el 2017

Muchos terminamos el 2016 con chichones y grietas en nuestro corazón. Pero justamente esos chichones y grietas deben ser los que nos motiven a hacer de este 2017 un año mejor, un año de triunfos y sueños cumplidos, un año en el cual trabajaremos más en nosotros, en nuestro corazón, en nuestra relación con Dios y con la familia.

Dios me regaló una palabra de inicio de año, Oseas 2:14 “Pero luego volveré a conquistarla. La llevaré al desierto y le hablaré tiernamente” Siento que Dios quiere llevarme allí, quiere llevarme a ese lugar en el cual enderezará mi camino, no quiero que piensen que mi camino esta torcido hasta más no poder, sólo que como ustedes he tenido momentos en los que he apartado mi mirada de Él, y Él como padre celoso no quiere que esto suceda.

Siento que este año será un año de conquista, un año en el cual lograremos cumplir muchos de nuestros sueños, un año en el que Dios trabajará en nosotros más que nunca, un año de muchos triunfos, aunque por más que quisiera imaginarlo debo aceptar que también vendrán momentos de dificultad, pero la recompensa será mayor que la prueba. Este será el año de fijar 100% nuestra mirada en Dios, un año para trabajar en hacer su voluntad y cumplir su propósito en nuestra vida.

Este año debemos aprender a morir por completo a nuestro yo y doblegar nuestras vidas a Él. Recuerda que si buscamos el reino de Dios por encima de todo no debemos preocuparnos por las demás cosas, porque estas vendrán por añadidura y si lo amamos a Él por encima de todo cumplirá los deseos de nuestro corazón, pero ojo, esto conforme a su voluntad.